jueves, 19 de mayo de 2016

COMO CUIDAR EL SENTIDO  DEL OLFATO


El olfato esta afecto a muchas enfermedades, aun cuando no se hable mucho del tema y para mucha gente le resulte desconocido. 

Un consejo genial para salud : El saber como cuidar el sentido del olfato.

La verdad es que son bastantes los problemas que se pueden producir si no cuidas tu olfato, como la rinosinusitis, la rinitis y otras enfermedades más.

Por ello tienes que cuidar este importante sentido para tu vida, y así evitar la pérdida parcial o total. Con tal fin, en te ves genial, cuidando tu salud, queremos darte estos consejos para que tengas en cuenta y así evitar las enfermedades que te tendrían a mal traer.

Conoce como cuidar el sentido del olfato.

Ten cuidado con la temperatura de los alimentos.

De esa manera cuando comas un alimento evita quemarte sea por calor o frio, ya que ello puede dejar las pupilas gustativas irritadas

Cuidado con las sustancias u olores fuertes

En especial de origen químico, pues ellos pueden dañar el olfato.

No introduzcas objetos duros o sucios a tus fosas nasales

Ya que la mucosa nasal puede infectarse

La pérdida del sentido del olfato puede afectar también al sentido del gusto

Pero el agregar alimentos altamente condimentados a la dieta puede estimular las sensaciones gustativas.


http://tevesgenial.blogspot.com/2014/04/como-cuidar-el-sentido-del-olfato.html

Glándulas pituitarias

Los receptores químicos del olfato son:
  • La glándula pituitaria roja: Se ubica en la parte inferior de la fosa nasal y está recubierto por numerosos vasos sanguíneos que calientan el aire.
  1. Células basales
  2. Células de sostén
  3. Células olfativas
Las células olfatorias son células nerviosas receptoras de estímulos químicos provocados por los vapores. En la pituitaria amarilla se encuentran las glándulas serosas de Bowman, que libera un líquido que mantiene húmedo y limpio el epitelio olfatorio.
Para estimular éstas es necesario que las sustancias sean volátiles, es decir, han de desprender vapores que puedan penetrar en las fosas nasales, y que sean solubles en agua para que se disuelvan con la mucosidad y lleguen a las células olfatorias. Éstas transmiten un impulso nervioso al bulbo olfatorio y de este a los centros olfatorios de la corteza cerebral, que es donde se aprecia e interpreta la sensación de olor. Se cree que existen siete tipos de células olfatorias, cada una de las cuales sólo es capaz de detectar un tipo de moléculas, éstas son:
  • Alcanforado: olor a naftalina.
  • Almizclado: olor a almizcle.
  • Etéreo: olor a fluidos de limpieza en seco.
  • Floral.
  • Mentolado.
  • Picante.
  • Pútrido.
En 1991 se descubrieron los primeros genes de las proteínas receptoras del olor. Estas moléculas receptoras residen en la membrana de células sensoriales, que retienen un aroma y envían el mensaje correspondiente al cerebro a través de una cadena de reacciones químicas. En 1996 fue caracterizado el primer receptor olfativo humano.



https://es.wikipedia.org/wiki/Olfato

Dato curioso del sentido del olfato!!!


Enfermedades del Sentido del Olfato



Podemos observar tres grupos de daños al olfato: daños químicos, cambios del tejido y los físicos.

Los daños químicos se deben a factores exógenos. En este caso a productos químicos que pueden producir efectos temporales o permanentes, como es el caso de respirar vapores corrosivos.
Los cambios del tejido se pueden deber a enfermedades, atrofia, etc ..., es decir, factores endógenos. Los factores físicos incluyen el daño mecánico, (operaciones) y alteraciones en el cerebro por golpes.

Los factores que desencadenan una enfermedad en el olfato son principalmente infecciones en los senos paranasales, trastornos hormonales y problemas dentales, además de la exposición a agentes químicos.

Los principales trastornos son:


- Hiposmia: Es un trastorno del sentido del olfato que resulta en la reducción parcial de la capacidad de percibir olores. Por el contrario tenemos la hiperosmia; que provoca que un individuo tenga mucha muy desarrollado este sentido y sea muy sensible a los olores.


- Anosmia: Es la pérdida del olfato. Uno de los primeros síntomas en su detección es que las personas que la padecen no sienten el sabor de sus comidas y encuentran toda sustancia insípida, por la conexión que tiene el sentido del gusto con el olfato. Suele pasar por trastornos químicos y, generalmente, por traumatismos craneales.




- Sinusitis: Ocurre cuando la mucosa de los senos paranasales se inflama.
Algunos de sus síntomas son fuertes dolores de cabeza y fluido constante de secreciones purulentas.

Usualmente se manifiesta cuando despreocupamos un resfriado.
- Rinitis: Afecta la mucosa nasal y dependiendo de la época, puede ser un síntoma de alergias (en su caso en primavera, puede revelar alergias al polen o el polvo). Ocasiona estornudos, obstrucción, secreciones nasales y, a veces, falta de olfato (temporal).
- Pólipos: Son tumores benignos que aparecen en las membranas de las mucosas cuando están irritadas, generalmente por resfriados frecuentes. Cuando estos obstruyen la fosa nasal o producen dolor, deben ser extraídos mediante una intervención quirúrgica.
- Fatiga olfativa: Consiste en que después de cierto tiempo en la presencia de un tipo de olor dejamos de percibirlo. Es de tomarse en cuenta para evitar accidentes especialmente con el gas que lleva mercaptanos para detectar su presencia.

Al cabo de minutos nos acostumbramos a los olores aunque sean señal de toxicidad o peligro.

Los trastornos del olfato tienen muchas causas, algunas más claras que otras. La mayoría de las personas comienzan a sufrir trastornos del olfato después de haber tenido algunas enfermedades o lesiones recientes. Los factores desencadenantes más comunes son las infecciones de las vías respiratorias superiores y los traumatismos encefalo-craneales.

Entre otras causas que producen trastornos del olfato se encuentran los pólipos en las fosas nasales, las infecciones de los senos paranasales, los trastornos hormonales y los problemas dentales.
La exposición a ciertos productos químicos como los insecticidas y solventes, y algunos medicamentos también ha sido asociada con trastornos de olfato. Las personas con cáncer en la cabeza y cuello que reciben tratamiento con radioterapia también experimentan problemas con su sentido del olfato.

Los doctores y los científicos han desarrollado pruebas para determinar el grado y la naturaleza de los trastornos del olfato en las personas. Las pruebas están diseñadas para medir el mínimo de olor que los pacientes pueden detectar, así como la exactitud para identificar diferentes olores. En realidad, una prueba fácilmente aplicada es la de "raspar y oler", en la que la persona debe raspar muestras de papel tratado para liberar diferentes aromas que deberá oler e identificar dentro de una lista de posibilidades. De esta manera, los doctores podrán determinar fácilmente si los pacientes tienen hiposmia, anosmia u otra clase de trastorno del olfato.

Estos trastornos se pueden tratar. En algunas personas el ajustar o cambiar la medicación que provoca sus trastornos, se puede aliviar su efecto sobre el sentido del olfato. Otros recuperan la capacidad para oler cuando se resuelve la enfermedad que causa los problemas olfativos. Para los pacientes con obstrucciones nasales, como los pólipos, la cirugía puede eliminar las obstrucciones y restaurar el flujo de aire. Muchas veces, las personas gozan de una recuperación espontánea porque las neuronas olfativas tienen la capacidad para regenerarse después del daño.

Como todos nuestros sentidos, el sentido del olfato tiene un papel importante en nuestras vidas. El sentido del olfato a menudo es la primera señal que nos alerta sobre el humo de un incendio o el olor de una fuga de gas natural y gases peligrosos. Es por este motivo que los trastornos en el olfato son graves.

Quizás lo más importante es que nuestros quimio-sensores también son a veces los que dan la primera señal sobre problemas graves en la salud. La obesidad, diabetes, hipertensión, malnutrición, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple y la psicosis de Korsakoff están todas acompañadas o dan como señal problemas quimio-sensoriales como trastornos del olfato.

jueves, 12 de mayo de 2016

El Sentido del Olfato



El olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.


La nariz humana distingue entre más de 10 000 aromas diferentes.


Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles transportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósfera moléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos característicos de células: las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes y reemplazan a las células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal acuoso transporta las moléculas aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras; los cilios transforman las señales químicas de los distintos aromas en respuestas eléctricas.

Anatomía del sentido del olfato



En los seres humanos el esqueleto de la nariz es principalmente cartilaginoso. El dorso de la nariz se extiende desde la raíz hasta el vértice de la nariz. La superficie inferior de la nariz está atravesada por dos aberturas, las narinas (orificios nasales). La piel sobre la parte cartilaginosa de la nariz es más gruesa y contiene numerosas glándulas sebáceas.


El esqueleto de soporte de la nariz se compone de hueso y cartílago hialino. La porción ósea de la nariz consiste en los huesos nasales, las apófisis frontales de los maxilares, la porción nasal del hueso frontal y su espina nasal, y las porciones óseas del tabique nasal. La porción cartilaginosa de la nariz está compuesta por cinco cartílagos principales: dos laterales, dos alares y un cartílago del tabique nasal.


Los cartílagos alares, en forma de U, son libres y móviles; dilatan o contraen las narinas cuando se contraen los músculos que actúan sobre la nariz.


El tabique nasal divide la nariz en dos cavidades nasales. Posee una parte ósea y otra cartilaginosa, blanda y móvil.
Lámina perpendicular del hueso etmoides: Constituye la parte superior del tabique nasal, desciende desde la lámina cribosa y se continúa, superiormente a esta lámina, con la crista galli.
Vómer: Hueso delgado y plano, forma la porción posteroinferios del tabique nasal, con una cierta contribución de las crestas nasales de los huesos maxilar y palatino.


El término cavidad nasal se refiere a su totalidad o a sus mitades derecha o izquierda.
Área olfatoria: Contiene el órgano periférico del olfato; la acción de olfatear transporta el aire a esa zona.
Área respiratoria: Se calienta y humedece antes de pasar a través del resto de la vía respiratoria superior hacia los pulmones.


Inervación: Los nervios olfatorios, encargados de la olfacción, se originan en las células del epitelio olfatorio.


Senos paranasales: Están llenos de aire, son extensiones de la porción respiratoria de la cavidad nasal en los huesos frontal, etmoides, esfenoides y maxilar.


Los senos frontales derecho e izquierdo se hallan entre las tablas externa e interna del hueso. Raras veces tienen el mismo tamaño. El tamaño de los senos frontales varía desde unos 5 milimetros hasta grandes espacios. A menudo un seno frontal está dividido en dos partes: una parte vertical y una horizontal, y ambas partes pueden ser grandes o pequeñas.


Los senos esfenoidales están localizados en el cuerpo del esfenoides y pueden extenderse sus alas. Se hallan divididos desigualmente y separados por un tabique óseo.

Glándulas Pituitarias



Los receptores químicos del olfato son:
La glándula pituitaria roja: Se ubica en la parte inferior de la fosa nasal y está recubierto por numerosos vasos sanguíneos que calientan el aire.
La glándula pituitaria amarilla: Se ubica en la parte superior de las fosas nasales y presenta tres capas:
Células basales
Células de sostén
Células olfativas


Las células olfatorias son células nerviosas receptoras de estímulos químicos provocados por los vapores. En la pituitaria amarilla se encuentran las glándulas serosas de Bowman, que libera un líquido que mantiene húmedo y limpio el epitelio olfatorio.


Para estimular éstas es necesario que las sustancias sean volátiles, es decir, han de desprender vapores que puedan penetrar en las fosas nasales, y que sean solubles en agua para que se disuelvan con la mucosidad y lleguen a las células olfatorias. Éstas transmiten un impulso nervioso al bulbo olfatorio y de este a los centros olfatorios de la corteza cerebral, que es donde se aprecia e interpreta la sensación de olor. Se cree que existen siete tipos de células olfatorias, cada una de las cuales sólo es capaz de detectar un tipo de moléculas, éstas son:
Alcanforado: olor a naftalina.
Almizclado: olor a almizcle.
Etéreo: olor a fluidos de limpieza en seco.
Floral.
Mentolado.
Picante.
Pútrido.


En 1991 se descubrieron los primeros genes de las proteínas receptoras del olor. Estas moléculas receptoras residen en la membrana de células sensoriales, que retienen un aroma y envían el mensaje correspondiente al cerebro a través de una cadena de reacciones químicas. En 1996 fue caracterizado el primer receptor olfativo humano.
referencias: wikipedia